¿Te gustaría saber cómo mantener tu pyme a la vanguardia sin volverte loco en el intento? La innovación no consiste en inventar el próximo gran invento de ciencia ficción, sino en descubrir nuevas maneras de mejorar lo que ya tienes. Y para lograrlo, no basta con tener ideas sueltas: necesitas un sistema de gestión de la innovación que las ordene, las impulse y las convierta en resultados reales.
A veces, el concepto de “gestión de la innovación” asusta un poco. Suena a procesos complicados, normas imposibles y un sinfín de documentos. Pero en realidad es todo más simple de lo que imaginas.
Hoy queremos compartir contigo nuestra visión y experiencia para que veas que, con un buen método, la innovación puede convertirse en tu mejor aliada de crecimiento.
Así que, si te apetece saber cómo ponerlo en marcha, sigue leyendo. ¡Te aseguramos que merece la pena!
¿Por qué un sistema de gestión de la innovación?
Antes de meternos en faena, queremos dejar algo claro: innovar, como ya hemos comentado, no significa romper moldes imposibles, sino mejorar lo que ya existe, encontrar oportunidades en lo cotidiano y proponer soluciones diferentes a problemas habituales.
Y para que estas ideas no se queden en el aire, es fundamental contar con un sistema de gestión de la innovación.
Así, no dependerás de la inspiración momentánea o de la buena voluntad del equipo, sino que tendrás un método para que las ideas generen resultados.
Este sistema, entre otras ventajas, te permite:
- Identificar oportunidades de mejora de forma continua.
- Canalizar las ideas del equipo y convertirlas en proyectos reales.
- Medir los resultados y ajustar la estrategia para seguir creciendo.
Ahora que hemos puesto sobre la mesa las razones, pasemos a algo más concreto: cómo empezar.
Paso a paso para implementar un sistema de gestión de la innovación
Establece los pilares de tu sistema de gestión de la innovación
Una vez entendido el “por qué”, hay que dar los primeros pasos. Y en el caso de la innovación, ese punto de partida consiste en definir los pilares:
- Objetivos claros: ¿quieres lanzar nuevos productos o servicios? ¿O prefieres mejorar procesos internos? Es importante que sepas hacia dónde vas.
- Responsables de la innovación: aunque la innovación es cosa de todos, conviene tener un equipo o persona referente que coordine y facilite el proceso.
- Recursos y presupuesto: no hace falta tirar la casa por la ventana, pero sí reservar algo de tiempo y dinero para apoyar las iniciativas que surjan.
Este arranque es como la base de una casa: si lo construyes bien, lo que venga después encajará sin problemas.
¿Y ahora qué? Pues a poner en marcha la maquinaria para que aparezcan las ideas y, sobre todo, no se pierdan por el camino.
Crea un proceso para captar ideas
Aquí nos gusta ser muy prácticos. Lo importante es que tengas un lugar definido para que el equipo aporte mejoras o proponga cambios.
Para que este proceso funcione:
- Mantén la comunicación abierta y amigable. Así, todos se atreven a hablar.
- Registra las ideas de inmediato (ya sea en una plataforma, un Excel compartido o una aplicación especializada).
- Clasifica y prioriza. Las ideas pueden ser brillantes, pero si no las ordenas, se quedarán en tierra de nadie.
Si sientes que necesitas un marco de referencia más robusto, en IDavinci ayudamos a implantar y certificar sistemas de gestión como la ISO 56001, que precisamente está enfocada en la gestión de la innovación.
Con una norma internacional de apoyo, te resultará más sencillo alinear estos procesos con los estándares de calidad.
Convierte las ideas en proyectos
Llegados a este punto, ya tienes un embudo de ideas. Pero ¿cómo pasar del papel (o de la pantalla) a la acción? Lo que mejor nos ha funcionado es crear un “mini plan de proyecto” para cada idea seleccionada. Algo sencillo en lo que definas:
- Objetivo concreto.
- Equipo implicado.
- Plazos y metas intermedias.
- Indicadores de éxito (¿cómo vas a medir que funciona?).
Y, por supuesto, no te olvides de hacer seguimiento. De nada sirve arriesgarse con una propuesta nueva si luego no mides cómo va.
Fomenta una cultura de aprendizaje continuo
Lo más bonito de la innovación es que aprendes continuamente, incluso cuando las cosas no salen como esperabas. Pero para sacarle jugo a esa curva de aprendizaje, necesitas una cultura que no castigue el error, sino que lo valore como fuente de crecimiento.
Por eso, en IDavinci siempre decimos que lo importante no es tanto equivocarse, sino saber qué has aprendido de ello y aplicarlo en la siguiente ocasión.
¿Qué puedes hacer para fomentar esta cultura en tu pyme?
- Comparte logros… ¡y también fracasos! Así todo el mundo entiende que intentar algo nuevo tiene sus riesgos, pero también sus recompensas.
- Reconoce el esfuerzo de quienes participan, aunque el resultado no sea perfecto.
- Sigue formando al equipo en metodologías y herramientas de innovación (design thinking, lean startup, etc.).
Aquí se demuestra que el sistema de gestión de la innovación no es solo un documento bonito, sino algo vivo que impregna toda la empresa.
¿Por qué certificar tu sistema de gestión de la innovación?
Aquí es donde muchas pymes se plantean: “Vale, tengo un sistema de gestión ¿pero necesito certificarlo?” Es cierto que un sistema de gestión puede estar o no certificado, pero conseguir la certificación te aporta beneficios muy interesantes.
Por experiencia, hemos visto que cuando alguien apuesta por la certificación, suele notar un impulso extra en su negocio.
Ventajas de certificar tu sistema de innovación
- Mayor credibilidad: un sello internacional como el de la ISO (por ejemplo, la nueva 56001) da confianza a clientes, proveedores y socios. No es lo mismo decir “tenemos un proceso de innovación” que mostrar un certificado reconocido mundialmente.
- Estandarización y orden: la certificación te obliga a revisar y documentar cada paso, lo que acaba traduciéndose en un sistema más sólido, organizado y fácil de transmitir a todo el equipo.
- Mejora continua real: con una auditoría externa, las revisiones periódicas son más objetivas. Así puedes detectar puntos de mejora que, quizá, se pasarían por alto en un sistema no certificado.
- Ventaja competitiva: cuando compites en licitaciones o buscas inversores, llevar una norma ISO de la mano puede jugar a tu favor y abrir más puertas.
- Futuro profesional de tu equipo: la formación y el compromiso que implica la certificación hacen que tu equipo crezca constantemente.
En IDavinci te acompañamos en todo el proceso. No solo implantamos el sistema de gestión de la innovación, sino que, si lo deseas, te ayudamos a certificarlo.
La importancia de medir y mejorar
Ya lo decíamos más arriba: un buen sistema de gestión no está completo sin indicadores y mediciones. Es un paso fundamental para saber si tus proyectos de innovación están aportando valor real a la empresa. ¿Estás reduciendo costes? ¿Aumentando la satisfacción del cliente? ¿Generando nuevos ingresos?
Cuando tengas datos claros, podrás ajustar el rumbo. Tal vez un proyecto vaya lento y necesite refuerzo de personal. O a lo mejor una idea no despega y hay que desestimarla para centrarte en otra que está dando buenos resultados. En cualquier caso, medir te permite afinar la estrategia y ampliar el impacto de la innovación.
Y, si te sirve de guía, existen normas y estándares internacionales que te ayudan a gestionar todo este proceso. En IDavinci, además de la ISO 56001, también trabajamos con sistemas como ISO 9001, 45001, 27001, 50001 o 14001, entre otras, por si necesitas un plus de respaldo y organización.
¿Y ahora, qué?
Hemos recorrido desde la definición de objetivos hasta la cultura de aprendizaje, pasando por las ventajas de certificar tu sistema de innovación. Quizá sientas que llevar todo esto a la práctica sea un reto, pero como en cualquier proceso, lo importante es dar el primer paso, ir puliendo detalles.
Si algo hemos aprendido tras todos estos años ayudando a empresas, es que, con un buen sistema de gestión de la innovación, tu pyme puede encontrar oportunidades únicas y diferenciarse en el mercado. Y si, además, decides certificarlo, tendrás un sello que avale todo ese esfuerzo.
¿Tienes dudas o quieres que te echemos una mano? ¡Estaremos encantados de ayudarte!
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