Las estrategias ‘event driven’ tratan de beneficiarse de hechos no comunes que ocurren en el mercado, y que son independientes de los movimientos de renta variable y renta fija. Estos hechos extraordinarios del mercado.
En una arquitectura EDA los componentes no se comunican de forma tradicional. En esta arquitectura, se espera que las aplicaciones lancen diversos “eventos” para que otros componentes puedan reaccionar a ellos, procesarlos y posiblemente generar nuevos eventos para que otros componentes continúen con el trabajo.
¿Qué ventajas tienen las estrategias Event Driven?
La clave de esta estrategia está en aprovechar determinados acontecimientos puntuales que se producen en el mercado. Estos acontecimientos pueden ser procesos de reestructuración o fusión, liquidaciones o quiebras, etc. Algunas de las ventajas que tienen las estrategias Event Driven son:
–Despliegue: Debido al bajo acoplamiento entre los componentes, es posible el despliegue sin preocuparse por dependencias o precondiciones.
–Escalabilidad: La escalabilidad es una de las ventajas más fuertes ya que permite que cada consumidor pueda escalar de forma independiente y reducir el acoplamiento entre los componentes.
–Flexibilidad: permite responder rápidamente a un mercado cambiante, debido a que cada componente procesador de eventos tiene una sola responsabilidad y está completamente desacoplado de los demás, por lo tanto, si algo cambia, se puede aislar en un solo componente sin afectar al resto.
Aparición de fondos de inversión
En el caso de los fondos de inversión ‘event driven’ se puede hablar de productos que buscan las ineficiencias en el precio de los activos, antes o durante el desarrollo de un suceso, como una bancarrota, una fusión o una adquisición. Por lo tanto, son agrupaciones que intentan obtener beneficios de los cambios en los precios de los títulos en respuesta a acciones corporativas, como bancarrotas, fusiones y adquisiciones, cambios en estrategia corporativa, y otros eventos atípicos.
No existe la duda de que Event Driven es uno de los estilos arquitectónicos más escalables que existe y que permite que las organizaciones puedan atender a millones de solicitudes sin colgar sus sistemas. Dicho esto, implementar estas estrategias no es un tarea sencilla ya que requiere un esfuerzo mucho mayor que una arquitectura, y requiere una mejor preparación de los ingenieros que hay detrás de la solución.