¿Te has parado a pensar alguna vez en todo el dinero que estás dejando sobre la mesa al no aprovechar los incentivos fiscales de tus proyectos de I+D+i? En nuestra experiencia acompañando a diferentes tipos de empresas, hemos visto que muchas veces se invierte en investigación, se innova y se desarrollan nuevas ideas… ¡Pero luego no se aprovechan las deducciones fiscales que surgen de ese esfuerzo! Y no solo hablamos de restar un porcentaje de impuestos, sino de algo casi desconocido: la monetización de deducciones por I+D+i, también conocida como “cashback”.
En este artículo, queremos despejar todas las dudas que suelen rodear a la monetización de deducciones por I+D+i y explicarte cómo convertir ese beneficio fiscal potencial en liquidez inmediata.
¿Qué es la monetización de deducciones por I+D+i y cómo funciona?
La monetización de deducciones por I+D+i es el mecanismo que te permite convertir las deducciones fiscales obtenidas de tu inversión en I+D+i en un ingreso inmediato, incluso en los ejercicios en los que tu empresa no presente beneficios suficientes para absorber esas deducciones.
La idea es relativamente simple.
Cuando realizas proyectos de I+D+i, la Administración te concede unas deducciones en el Impuesto de Sociedades, que pueden llegar a ser muy sustanciosas. Pero, si en ese año los beneficios no son altos (o directamente hay pérdidas), esas deducciones pueden quedar inutilizadas.
Con la monetización, en lugar de esperar a ejercicios futuros donde sí tengas beneficios, presentas una solicitud para que se te “devuelva” esa deducción en forma de dinero en efectivo.
Vamos a verlo con un ejemplo…
Imagina que desarrollas un nuevo software para automatizar procesos internos en tu empresa. Tu inversión en I+D+i asciende a 100.000 euros. La deducción fiscal (según el tipo de actividad) podría llegar a ser de, por ejemplo, 12.000 euros.
Si tu empresa no tiene beneficios ese año, podrías renunciar a aplicar la deducción de forma tradicional y pedir directamente que se te abone una parte de esos 9.600 euros en efectivo, bajo la fórmula del Cashback.
De esta forma, obtendrás una inyección de liquidez que, seguramente, te vendrá genial para seguir invirtiendo en mejoras tecnológicas.
Requisitos clave para beneficiarse de la monetización o cashback de deducciones I+D+i
En líneas generales, la Agencia Tributaria pide que el proyecto esté correctamente calificado como I+D o IT (Innovación Tecnológica). Para ello, hay que contar con un informe motivado vinculante emitido por el Ministerio o un organismo acreditado. Este informe certifica que la actividad que realizaste realmente puede clasificarse como proyecto de investigación, desarrollo o innovación.
Además, tu empresa debe demostrar que se encuentra al corriente de pagos con Hacienda y la Seguridad Social. También se exige que no hayas sido objeto de infracciones penales o sanciones graves relacionadas con el ámbito tributario.
Límites de la aplicación y condiciones especiales
Como todo lo que tiene que ver con fiscalidad, la monetización de deducciones por I+D+i no está exenta de reglas que hay que cumplir.
El Cashback no te devuelve el 100% de la deducción, sino una parte. Normalmente, la cantidad resultante se reduce un porcentaje cercano al 20%. Este descuento se aplica para cubrir posibles contingencias o futuros ajustes. Si te conceden la monetización, no podrás volver a aplicar esa deducción de forma tradicional en ejercicios venideros.
También es importante mencionar que, aunque se trate de una devolución, Hacienda suele exigir que primero justifiques todos tus gastos, tu proyecto, y el cumplimiento de obligaciones. Por ello, siempre conviene hacer los cálculos con antelación.
Situaciones en las que no se puede aplicar o se reduce el importe
- Si tu empresa no está al día en sus obligaciones tributarias o de Seguridad Social, tendrás complicado acceder a la monetización.
- En caso de que el proyecto no sea validado como I+D+i, no podrás solicitar la devolución.
- Existen sectores con normativas específicas que pueden restringir la aplicación de este beneficio, sobre todo si hay subvenciones públicas fuertes de por medio.
Principales ventajas de la monetización de deducciones por I+D+i
Quizá te estés preguntando: “¿pero de verdad compensa pasar por todo este papeleo?”. Desde nuestro punto de vista, sí, y con creces. Cuando descubres que puedes obtener liquidez inmediata por algo que ya has estado haciendo (invertir en innovación), la rentabilidad de tus proyectos se dispara.
Ventajas financieras: generación de liquidez sin necesidad de beneficios
El mayor aliciente es la inyección de tesorería. Si tu empresa está en fase de crecimiento o reinvierte todo lo que gana, es muy probable que no veas dinero de esas deducciones si las aplicas a través del Impuesto de Sociedades. Sin embargo, con la monetización, consigues que te ingresen ese dinero, lo que puede suponer una diferencia en tus planes de I+D+i.
Optimización fiscal: cómo reducir la carga impositiva al máximo
Con la monetización, estás aprovechando tus deducciones al 100% (o al 80%, para ser exactos, descontando el porcentaje que se queda la Administración). Además, si tu empresa sí genera algunos beneficios, podrías combinar parte de la deducción con el cashback.
Todo depende de tus proyecciones de beneficio y de las necesidades de tesorería inmediatas.
Impacto positivo en la competitividad y capacidad de inversión en innovación
Al disponer de más liquidez, podrás invertir en más proyectos o acelerar la innovación que ya estás desarrollando, lo que se podría traducir en una ventaja competitiva real frente a los competidores que no aprovechan este recurso financiero.
Si has llegado hasta aquí, ya te habrás dado cuenta de que la monetización de deducciones por I+D+i es una herramienta que puede marcar un antes y un después en la financiación de tus proyectos de innovación.
Nosotros, tras vivir esta experiencia con distintas empresas, estamos convencidos de que convertir una deducción fiscal en liquidez inmediata es un recurso muy valioso, sobre todo para pymes y startups que no pueden esperar a ser rentables para aprovechar esas ventajas.
Al final, todo se reduce a una pregunta: ¿prefieres dejar “atascado” tu ahorro fiscal hasta que tengas beneficios suficientes para aprovecharlo, o quieres recibir una cantidad directa de dinero que te permitirá seguir innovando y manteniendo el ritmo de crecimiento?
¿Estás listo para dar el salto a la monetización de tus deducciones por I+D+i? ¡Escríbenos y te ayudaremos a realizarlo!
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