La concienciación ambiental está cada vez más presente tanto en las empresas como en la sociedad, ya que, con el fin de conservar y de garantizar el equilibrio del medioambiente, las organizaciones y los diferentes organismos públicos, plantean y toman medidas dirigidas a reducir de manera drástica las actividades nocivas para la naturaleza.
La Logística Verde, como podemos sobrentender, se centra en la transformación de la logística, de la organización y de las redes de las empresas. Su objetivo es claro, reducir el impacto medioambiental de las operaciones de logística; es decir, esta estrategia aglutina las decisiones y medidas, en materia de transporte y logística, encaminadas a analizar y minimizar el impacto negativo en el medio ambiente derivado directamente de esta actividad. El hecho de que «verde» esté explícitamente mencionado en el concepto es porque implica variables que, a día de hoy, son relevantes para las empresas de cualquier sector. La palabra Verde, a fin de cuentas, hace referencia a conceptos que interesan a las empresas como son la sostenibilidad, la ecología, la responsabilidad social corporativa, etc. Conceptos que han sido tratados con anterioridad en este blog y cuyo uso por parte de las organizaciones está en pleno apogeo.
Dentro de los principales beneficios que se obtienen a través de la Logística Verde, se puede hablar de la reducción del tráfico y del transporte, de la optimización del almacenamiento (sobre todo a nivel empresarial) y de la mejora de los canales de distribución. El tráfico constituye uno de los principales problemas, especialmente en las grandes ciudades, ya que la congestión, por sí misma, ya es un problema. Tener un Transporte Verde es algo primordial y que conlleva un gran beneficio para el medio ambiente, pero para conseguirlo es necesario que se usen energías alternativas y renovables en el funcionamiento de los vehículos. También ayudaría que, desde las cúpulas y parlamentos, se incentivase y promoviese el uso de vehículos ecológicos con medidas como descuentos o acuerdos con marcas automovilísticas para su utilización.
Respecto al almacenamiento, las últimas medidas tomadas están dirigidas a garantizar infraestructuras donde la mercancía pueda transportarse y almacenarse fácilmente. El Almacenamiento Verde es uno de los objetivos dentro del concepto «Logística Verde» y son muchas las prácticas que se pueden llevar a cabo para lograr este objetivo. Dentro de las naves de almacenamiento o de los locales destinados para este fin, consumir menos recursos energéticos y aprovechar la luz natural puede reducir mucho el coste e impacto medioambiental. Además, instalar luces LED o sensores de presencia minimizaría el uso de luz eléctrica contribuyendo a lograr este objetivo. Otro punto importante tiene que ver con utilizar fuentes de energía renovables u optar por materiales biodegradables. En resumen, la implantación de estas medidas se traduciría en la minimización de los costes económicos y también del impacto en el medioambiente
Por último, la Distribución Verde se basa en el uso de tres canales de distribución destinados a diferentes objetivos, pero vitales para muchas empresas:
• El primer canal está destinado a maximizar la eficiencia del proceso de traslado de los productos a la propia empresa.
• El segundo canal está destinado a procesar los deshechos generados por la organización.
• El tercer canal está destinado a la distribución de la empresa al cliente.
Para conseguir cumplir con los objetivos en estos tres canales de distribución, las empresas están invirtiendo en bicicletas, motocicletas ecológicas, así como en furgonetas y coches eléctricos para realizar los repartos. Por otro lado, el reciclaje está cada vez más instaurado en la sociedad y es por ello que directivos y departamentos implementan nuevas soluciones para la gestión de residuos que les permita trabajar de forma más eficiente y les aporte importantes ahorros de tiempo, dinero y emisiones de CO2. Respecto a la optimización del tercer canal, elegir mejores rutas y perfeccionar el estilo de conducción ayuda notablemente a la reducción del impacto ambiental. Buscar rutas alternativas, así como horarios en los que haya menos tráfico, no solo contribuirá a una mejora para la circulación, sino que la empresa podrá ser más eficiente en sus procesos. Con la implantación de estas medidas se pretenden ahorrar costes a medio y largo plazo además de adelantarse a las nuevas legislaciones. Todo con un fin de ahorro económico y energético.
En definitiva, es esperable que, gracias al «efecto llamada» de las grandes empresas, esta estrategia de gestión de la logística se generalice y poco a poco el medioambiente y la sociedad lo noten.