La crisis mundial sanitaria del COVID-19 ha acelerado uno de los procesos que estaban en ciernes y que se estaba empezando a asentar en muchas empresas: el teletrabajo. El último año y medio ha cambiado por completo la concepción que tenemos sobre el trabajo y su espacio, y sobre cómo nos relacionamos.
El teletrabajo ha dado un vuelco en el que la flexibilidad laboral y la posibilidad de conciliación se han convertido en factores muy importantes para los empleados. Ahora en la vuelta a la oficina, se podrá observar detenidamente las organizaciones que de verdad apuestan por este método para aprovecharse de sus beneficios.
El teletrabajo en 2026
Según un informe de Boston Consulting Group en colaboración con el think tank el 65% de las organizaciones planean que su futuro laboral gire en torno a puestos de trabajo «híbrido» es decir, una mezcla entre presencial y trabajo online, con un máximo de entre dos y tres días a la semana para trabajar de forma remota.
El estudio informa de que aunque hay muchos directivos que se siguen oponiendo a estos modelos, la idea de que si no se ve al trabajador o no está en un ambiente de trabajo, no rinde, es algo muy generalizado en las directivas de las organizaciones. Por lo tanto se deberá hacer por explorar este tipo de hábitos y fórmulas laborales porque se convertirán en algo requerido por los empleados.
El teletrabajo, una realidad
El informe del Future for Work Institute está realizado por un observatorio que ha encuestado a más de 200 organizaciones españolas. Las diferencias respecto al teletrabajo son también notables si lo que se analiza es el sector de actividad. Por sectores, las compañías que permitirán teletrabajar a una proporción mayor de su plantilla serán las de telecomunicaciones (87%), farmacéuticas (78%) y banca y seguros (75%). Este último sector es el que amplía más esa posibilidad respecto a 2019, según el informe.
Las empresas se ven obligadas a reorganizar el trabajo y sus jornadas, además de que tambien tiene que reestructurar las labores de los empleados y encontrar la solución más adecuada a esta nueva realidad. La buena noticia es que la pandemia ha demostrado que los trabajadores no necesitan vigilancia constante y pueden ser productivos desde sus hogares.