Actualmente, en el mundo empresarial, se conoce como stakeholders a los diferentes grupos de personas que influyen en una empresa. Con esta definición en la mano, los empleados, los proveedores, los accionistas o incluso el Gobierno pueden considerarse stakeholders de las empresas.
La influencia de los stakeholders en el éxito de una empresa o proyecto, al igual que el riesgo y la incertidumbre, es mayor al inicio del mismo, aunque ese peso se reduce paulatinamente durante la vida del proyecto. Un stakeholder puede influir de forma determinante en el éxito de una empresa, por lo que es beneficioso que las organizaciones tengan vigilados los pasos de los grupos de interés y se le dé importancia a sus objetivos e intereses.
¿Qué tipos de Stakeholders existen?
1. Stakeholders primarios: se refieren a personas o grupos de interés que son imprescindibles para el funcionamiento normal de la empresa. Estas partes interesadas tienen un vínculo económico directo con la empresa (accionistas, aliados estratégicos, socios, empleados y clientes)
2. Stakeholders secundarios: Se refieren a las personas que tienen interés en la empresa pero que no actúan de forma directa en ella y aun así están afectados por los resultados de la misma (los competidores, fundaciones, el Estado, los entes públicos, los medios de comunicación, etc).
Resumiendo, las decisiones de una organización y su impacto deben tener en cuenta a los stakeholders ya que, por ejemplo, cuando se necesita reducir costes y se establece una ronda de despidos o, en el extremo opuesto, cuando se aprueban políticas de inclusión social y conciliación laboral, tienen gran repercusión en el futuro de la empresa.
¿Qué beneficios e impacto tienen los Stakeholders en una empresa?
Las empresas surgen para satisfacer una necesidad del mercado a través de un producto o servicio. El éxito de los stakeholders en muchas ocasiones define el éxito de la empresa.
Los motivos por los que un organización tiene que ocuparse a fondo de los grupos de interés son claros, ya que solo la empresa que conozca a las partes interesadas de su organización podrá identificar a tiempo los obstáculos e impedimentos y ocuparse de los afectados en los procesos de cambio.
Entre los distintos beneficios que aportan los stakeholders están:
– Mejorar en los productos y procesos
– Conducir a un desarrollo social más equitativo y sostenible
– Mejorar la gestión del riesgo y de la reputación
– Producir soluciones más integrales a los problemas
– Crear oportunidades estratégicas, de negocio, etc.
En definitiva, cada vez más cualquier grupo social con algún vínculo con la empresa puede ser un stakeholder y, por tanto, ser tenido en cuenta para la planificación estratégica de cualquier negocio.